Archive for abril, 2010


En las últimas décadas se ha ido viendo como la gente emigraba de los pueblos a las ciudades en busca de una vida mejor, puesto que en los pueblos la vida consistía en dedicarse al campo para obtener el sustento diario, sin opción al ahorro. Al ir a las ciudades, no solo queda más tiempo libre, sino más excedente económico con el que poder hacer planes de futuro.

Las mentalidades son distintas, y la concepción de las cosas también, puesto que se han creado percepciones diversas.

Esto hace que surjan brechas que separen a unas generaciones de otras y de este modo aparezcan nuevos temores.

Pero no solo las personas han cambiado, sino también las empresas, pasando a ser estructuras horizontales y más flexibles que han dado paso a formas fugaces de asociación, sustituyendo a las de largo plazo que había entonces, como por ejemplo, la lealtad dentro de una empresa.

Ya no es necesario pertenecer a una empresa toda la vida para ser ejemplo de buena persona y trabajadora, sino que estamos mucho más abiertos a los cambios.

Esto puede hacer que nuestro carácter se corroa, sobre todo aquellos aspectos del carácter que unen a los seres humanos entre sí y brindan a cada uno de ellos una sensación de un yo sostenible.

Actualmente nos hemos revelado contra la RUTINA, puesto que hemos desligado la casa del trabajo, ya no son la misma cosa, y ahora sólo vamos al trabajo a trabajar, antes nuestras vidas eran rutinarias y esto era degradante para las personas, puesto que había una falta de visión de un futuro diferente.

Como he dicho anteriormente, el nuevo sistema de poder que acecha en las formas modernas es el de la FLEXIBILIDAD y se puede dividir en tres elementos:

–      Reinvención discontinua de las instituciones

–      Especialización flexible de la producción

–      Concentración sin centralización del poder

Al ser nuestra sociedad una red flexible y no triangular como lo era hasta hace poco, podemos romper una parte de la estructura sin que se desmorone todo lo demás, ya que no dependen unos de otros.

Si llevamos a cabo una correcta organización del tiempo se obtendrá un trabajo flexible, pero hay un problema, este trabajo flexible solo enriquece a las personas éticas, al resto sin embargo no, puesto que abusan de ella, corroyéndoles el carácter.

Para sentirnos a gusto en el nuevo capitalismo es necesario aceptar la fragmentación.

El nuevo sistemas de empresas no está exento de la conversión del mundo en una gran máquina, tal y como dice Sennett, ya ni el panadero sabe hacer pan si se le estropea la máquina, podría estar trabajando en cualquier cosa porque no es realmente un panadero, el mundo se ha vuelto ILEGIBLE, y hace que dejemos de pensar y no nos planteemos si quiera para que sirven las cosas realmente. Así la gente no siente apego a lo que hace, ya que no entienden, ni si quiera la máquina, que día tras día hacen funcionar apretando a un botón.

Por otra parte, estamos constantemente sometidos al RIESGO, es decir, la elección de que hacer contra el que dejar de hacer. Siempre existen dos opciones: o bien elegir lo arriesgado, que puede generar muchos beneficios o fracasos, o bien elegir la opción cómoda que genera beneficios modestos y rentables.

Lo primero no todo el mundo lo puede soportar, hace falta tener un carácter muy fuerte.

Actualmente es necesario estar demostrando constantemente lo que valemos, porque sino dejamos de ser útiles, en eso también es en lo que consiste el riesgo.

Con todos estos cambios entre sociedades, aún queda hueco para otro bastante polémico, LA ÉTICA DEL TRABAJO, puesto que ahora el uso disciplinado del tiempo ya no es la simple virtud que parece a primera vista.

La ética moderna se centra en el trabajo en equipo y es necesario saber trabajar y colaborar con otras personas porque esto genera más beneficios.

La cultura del nuevo orden trastorna profundamente la autoorganización. Puede separar la experiencia flexible de una ética personal estática, como puede ser el ejemplo de Rico que cuenta Sennett. Puede separar el trabajo sencillo de la comprensión y el compromiso, como es el caso de los panaderos de Boston que cuenta Sennett. O puede hacer del riesgo constante un ejercicio de la depresión, como es el caso de Rose.

El mundo está lleno de recetas sobre como triunfar, pero no sobre como llevar el FRACASO.

Las empresas despiden a gente para contratar mano de obra en otros países más baratos, y los trabajadores se sienten fracasados y buscan explicaciones a lo que ha sucedido.

Esto es explicable ya que no estamos acostumbrados a las instituciones flexibles ni al riesgo constante.

A MODO DE CONCLUSIÓN:

No sabemos como hacer frente a los problemas del nuevo capitalismo. Nos podríamos plantear, por ejemplo, que limitar las reducciones de plantilla podría ser un buen modo ya que así se controlaría a la gente desde fuera, pero esa no es la perspectiva correcta.

Hay que preguntarse que valor tiene la empresa para la comunidad, como sirve a los intereses de los ciudadanos y no sólo a su propio libro de ganancias y pérdidas.

Este nuevo régimen nos impide relacionarnos, provocando la corrosión del carácter.

(Fuente: elaboración propia a partir del libro La corrosión del caracter, de Richard Sennett)

A todo el mundo le incomodan las manchas que el exceso de sudor en las axilas provoca en la ropa. El cuerpo responde transpirando con sudor a modo de refrigeración corporal ante situaciones embarazosas, nervios, ejercicio y, sobretodo, calor.

Esto es provocado por la hiperhidrosis, que es un problema que afecta a la vida cotidiana de 176 millones de personas en todo el mundo, según datos de la Sociedad Internacional de Hiperhidrosis.

Una de estas personas es David Cahisa, empresario del sector de la construcción, quien cansado de los problemas que le causaba este trastorno, tanto en la vida personal como laboral decidió buscar una solución.

Así, el ingeniero textil, Oscar Deumal, junto con el director del Centro de Innovación Tecnológica de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), iniciaron una investigación a petición del empresario. Después de más de dos años consiguieron crear la primera camiseta del mundo que elimina el sudor al instante y comercializarla a través de una empresa creada por Cahisa.

«No tiene nada que ver con las camisetas transpirables, nuestra camiseta absorbe el líquido por un lado y lo expulsa por el otro al momento», explicaba Marsal.

Este tejido es el primero en el mundo, pues durante la investigación no encontraron ningún producto similar que cumpliera estas condiciones.

El secreto de esta camiseta está en las dos capas que, unidas con una nueva técnica, forman una cámara de aire al interior capaz de expulsar y eliminar el sudor de la prenda. Las fibras especiales que están en contacto con la piel tienen la capacidad de absorber como una esponja cualquier líquido, como si de una trapo de cocina se tratara. El tejido exterior, en cambio, es una membrana hecha de algodón tratada de tal modo que deja salir en forma de vapor el sudor absorbido y, a la vez es impermeable por fuera para que no vuelva a entrar.

Así, el líquido entra por un lado y se evapora por el otro de modo que la camiseta queda seca y sin manchas. El algodón de la parte exterior facilita la personalización de la camiseta con distintos diseños y colores. Además, se puede lavar como cualquier prenda ordinaria en la lavadora.

Puesto que la idea es poder “sudar tranquilo”, el nombre de la empresa es Sutran.

Esta camiseta sólo se encuentra actualmente en la sede la empresa de Cahisa, en l´Hospitalet de Llobregat (Barcelona), y en Internet por un precio que ronda los 22 euros.

La propuesta innovadora de este ingeniero textil es muy útil, ya mucha gente se encuentra todos los días con este dilema que en ocasiones es motivo de vergüenza y miedo. Es algo que no existía pero mucha gente lo veía necesario. También es verdad que existen productos desodorantes que evitan la expulsión del sudor, pero esto es algo que no ofrece una solución total, ya que las personas que sudan, si hay algo que le impida hacerlo por las axilas, seguirán sudando por otra parte del cuerpo. Por lo que la solución no es quitar el sudor de un sitio para que salga por otro, sino dejar al cuerpo sudar, y que este sudor sea evaporado de algún modo.

Por eso es que este nuevo producto es tan importante y a la vez único.

El problema que presenta este producto es la desconfianza, habrá gente que no se crea que un producto pueda realmente funcionar y al estar sólo de venta en Barcelona y por Internet, quien no pueda ir personalmente a tocar el producto es probable que no lo compre, aun así es un producto claramente innovador puesto que está focalizado en resolver un problema que afecta a una gran parte de la población y no solo a un grupo reducido.
(Fuente: www.abc.es, Abril 2010)